domingo, outubro 03, 2010

Magic Resort, de Florencia Abbate


A propósito da edição em português do romance  Magic Resort, de Florencia Abbate, recuperamos uma entrevista concedida aquando da apresentação do livro na Argentina.


-¿Qué representa para Ud. el acto de escribir?
-Es uno de mis mayores placeres. Lo disfruto intensamente. A lo largo de mi vida la escritura siempre ha sido el medio de expresión que más me atrae. Nunca dejó de atraerme desde que aprendí a leer y escribir. Siento una enorme fascinación por el lenguaje y sus posibilidades.

-En su narrativa, Ud. parece conservar una relación poética con el lenguaje. La prosa y la poesía se atraen. ¿Es una búsqueda estética intencionada?
-Es algo que me sale naturalmente, pero en esta novela decidí permitir que esa relación poética que tiendo a establecer con las palabras, impregnara la narración. Fue un trabajo más intuitivo y detallista que el que hice en la novela anterior. A esta novela por momentos la pensaba como una composición musical.

-¿Cómo nació la idea de Magic Resort?
-Escribí primero un texto, un cuento largo, en primera persona, imaginando un personaje. En el relato de ese personaje fueron apareciendo otros tres personajes cuyas historias me interesaban explorar. Lo hice y entre esas cuatro historias se había armado un mundo, un mundo que podía llamarse Magic Resort.

-¿Qué desafíos le depararon escribir esta novela?
-El principal desafío fue escribir la historia que transcurre en la Franja de Gaza. Cuando uno ve las imágenes reales de lo que ocurre allí se pregunta si realmente tendrá la capacidad de narrarlo... Pero también diría que fueron un desafío pequeñas escenas donde ocurrían grandes transformaciones en las vidas de los personajes. A los cuatro personajes les ocurren cosas que cambian radicalmente sus vidas. La primera persona obliga a narrar los hechos desde adentro, desde el que vive esa experiencia de cambio, y para contarlo hay que poder encontrar un tono que se corresponda con emociones genuinas.

-¿Cuál cree Ud. que sea el motivo principal al utilizar la composición coral como recurso motriz de sus novelas?
-Me gustan las formas corales porque me aburre la idea de construir un mundo a partir de una perspectiva única. Me resulta más estimulante un mundo que ofrece diversas historias, que está habitado por distintas voces, que me invita a ponerme en la piel de diferentes cuerpos y maneras de pensar y de sentir.

-En Magic Resort, como acontece en El grito, prevalece un clima de desazón e incertidumbre. Sin caer en el tremendismo facil; Ud. desarrolla un sutil realismo que representa la condición actual de la Argentina. ¿Marcar ese estilo, le significó una rigurosa búsqueda formal?
-No diría que me propuse buscar un estilo. El estilo es aquello que se nos impone, como cualquier persona tiene una cierta manera particular de caminar o de reírse. El estilo me sucede a pesar mío. Con respecto a lo otro que tal vez desarrollo una suerte de realismo delirante porque esa es la manera en que a veces se me presenta la realidad, bajo la forma de algo que parece un delirio, a veces un delirio cómico y otras veces un delirio dramático. Y de esa misma manera tiendo a percibir el contexto en el que vivo la mayor parte de mi tiempo, es decir, la Argentina, y más específicamente Buenos Aires.

-Fragmentos de poemas de T. S. Eliot intercalan algunos de los capitulos del libro. ¿Cuál es la razón de esta elección?

-Los Cuatros Cuartetos y La Tierra Baldía son dos de mis poemas predilectos. Siento una gran admiración por T. S. Eliot. Lo que me deslumbra es que en ellos logra sintetizar algo esencial del clima de su época. No son poemas sobre su propia experiencia sino sobre el mundo contemporáneo, y son a la vez un collage y un diálogo con otros libros de distintas épocas y tradiciones.

-Ud. es una intelectual prolífica: poeta, novelista, periodista, editora. ¿Cómo se define a si misma?
-Escritora hiperactiva y muy sociable, lectora inquieta, romántica y viajera.
  [entrevista daqui]